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PRESENTACIÓN

Las comunidades que han conformado a la Iglesia Católica han adoptado en diferentes lugares y tiempos, variadas formas de expresión de su vivencia religiosa. Las instituciones creadas por la Iglesia han generado a lo largo de los siglos un basto patrimonio artístico e histórico, respondiendo a sus necesidades y administración. Entre estas se encuentran las diócesis, catedrales, colegiatas, santuarios, parroquias, conventos para varones y mujeres, seminarios, colegios, hospitales, universidades, misiones, cofradías. 

La administración de las dependencias eclesiásticas y el auxilio del arte como manifestación de sentimientos religiosos han dado lugar a la formación de importantes repositorios documentales, bibliotecarios y obras de arte desde inmuebles hasta pintura, escultura, música.  Tal patrimonio constituye una gran riqueza para la Iglesia Católica, pero también representa una gran responsabilidad dada su conservación y difusión.

No deja de ser una responsabilidad grata cuando estos acervos constituyen un creativo vínculo institucional con los medios de investigación universitarios y académicos. La preocupación por conservar el patrimonio de la Iglesia ha recibido un impulso particular con la creación de una dependencia especializada en dictar lineamientos para su conservación y difusión: La Pontificia Comisión Para la Conservación del Patrimonio Artístico e Histórico.

Diversas cartas han sido dirigidas a universidades católicas, comunidades religiosas, conferencias episcopales y seminarios conciliares diocesanos con el fin de apoyar la conservación del patrimonio documental y artístico de las iglesias locales en distintos países.

Sigue los lineamientos de la carta dirigida a los archivos históricos de las diócesis. Estos tienen la misión, por la capacidad de sus recursos, de ser agentes para motivar y coordinar trabajos de protección y difusión de los sistemas bibliotecarios y de archivos históricos eclesiásticos. Dentro de las funciones del AHBG se encuentra la labor de asesoría para la conservación y catalogación de acervos históricos pertenecientes a toda institución eclesiástica que lo requiera. La elaboración de inventarios y guías constituye el primer esfuerzo a favor de la conservación de los acervos y que permite conocer los fondos eclesiásticos.

La incorporación de medios electrónicos es una innovación que propone nuestra institución, a través de la digitalización de los fondos antiguos para su posterior consulta y reproducción. La imagen digitalizada de los documentos se convierte además en una norma de seguridad con la cual las instituciones pueden reclamar papeles extraídos ilícitamente de sus fondos.

A estos esfuerzos de la Basílica de Guadalupe, se suman otros dos archivos que ya cuentan con consulta al público, el Archivo del Cabildo Catedral Metropolitano, bajo dirección del padre Luis Ávila Blancas y el cuidado del Lic. Salvador Valdez. Así como el Archivo Histórico del Arzobispado de México a cargo del Pbro. Dr. Gustavo Watson Marrón.

En 1995 se realiza el traslado de los documentos a la actual Basílica de Guadalupe provenientes de una de las salas del museo. Con anterioridad los expedientes permanecieron mucho tiempo en un cuarto que funcionaba como bodega del departamento de mantenimiento, el cual se localizaba en el antiguo convento de Capuchinas. De 1987 a 1992 se hace una primera etapa de proceso de limpieza y clasificación muy general. 

Actualmente el Archivo Histórico de Basílica de Guadalupe está en un proceso de catalogación, con el objetivo de la publicación de una guía para difundir y abrir las puertas a los investigadores interesados por este importante acervo histórico eclesiástico.

El archivo histórico de Basílica de Guadalupe está calificado en tres secciones generales: Clavería, Parroquia y Secretaría Capitular. Y una de las prioridades en esta labor archivística es dar a conocer y difundir los documentos del Acontecimiento Guadalupano. El documento más antiguo al respecto que se conserva en la Basílica de Guadalupe, es el Códice 1548 o Códice Escalada, del cual se presenta una ilustración aquí:

Las guías pretenden ofrecer un modelo de clasificación de acervos conforme a la reconstitución de los fondos a la mayor exactitud posible. Con lo anterior se facilita la labor de investigación y se respeta la naturaleza original de esos repositorios. Esperamos así fomentar nuevos estudios de carácter académico que se suman a recientes, pero ya clásicas investigaciones de las cuales ofrecemos una somera bibliografía. Es necesario insistir que la apertura de archivos eclesiásticos pretende promover su importante contribución a la historia.

La trascendencia de difundir tanto la historia de Basílica de Guadalupe, como del acontecimiento Guadalupano, podrán demostrar que han dado la particularidad a la historia de nuestra Iglesia en México.

Pbro. Dr. Gustavo Watson Marrón
Director del Archivo Histórico de Guadalupe

Reglamento
  1. Cualquier investigador que desee ingresar al acervo, presentará una carta de la Institución a que pertenece, con el tema de su investigación y el motivo de la misma; dicha carta estará dirigida al Pbro. Dr. Gustavo Watson Marrón, Director del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe. Además, el investigador tendrá que portar una identificación personal cada vez que entre al acervo, debido a que es necesaria para la seguridad interna de la Basílica.
  1. Una vez aceptado el proyecto, el investigador firmará una copia del reglamento, con lo que manifestará que se compromete a observarlo.
  1. El horario de consulta es de lunes a viernes de las 10:15 a 14:30 horas y de 16:00 a 18:00 horas.
  1. No se permitirá el acceso con cualquier tipo de bebidas o alimentos.
  1. Las herramientas de trabajo que pueden ser utilizadas son: hojas blancas, lápiz o lapicero, fichas de trabajo, computadoras portátiles. Todos los usuarios e investigadores dejarán sus pertenencias en el mostrador del encargado de la Biblioteca.
  1. En cada visita el usuario procederá a llenar la ficha de consulta de cada documento que requiere, así como el registro de investigadores, en donde anotará su nombre, fecha, institución de procedencia y la serie documental que consulta.
  1. Por seguridad del investigador, es indispensable  el uso de guantes y cubre bocas para el manejo y uso de los documentos y/o volúmenes.
  1. Está prohibido tomar las cajas de sus respectivos estantes. El manejo de los mismos es uso exclusivo del personal del Archivo Histórico, quienes proporcionarán el expediente que se desee consultar.
  1. En caso de cualquier maltrato de documentos, el investigador tendrá una sanción de acuerdo a su falta. Si llegara a haber una mutilación o extravío del material documental, el investigador será boletinado a los demás archivos de México y se dará aviso a la institución a la que pertenece, además estará obligado a reponer dicho material, y si no lo hace se procederá legalmente.
  1. Se pide al investigador que al final de su trabajo pueda donar un ejemplar de su publicación, dando los créditos correspondientes al Archivo de la Basílica de Guadalupe. Dicho trabajo se ubicará en la Biblioteca Lorenzo Boturini de la misma Institución, para que pueda ser consultado a futuro.

México, D.F. a 2 de enero del 2004

Pbro. Dr. Gustavo Watson Marrón
Director del Archivo Histórico
de la Basílica de Guadalupe

Relación de Documentos del AHBG sobre Lorenzo Boturini

Caja 334 exp. 79  f. 125
1.-   Libro que contiene documentos relacionados con la Historia Guadalupana de don Lorenzo Botturini: Fragmentos de la Historia de Nuestra Señora de Guadalupe  que escribía don Lorenzo de Boturini; carta representación de Boturini de 9 de agosto de 1739 al señor Gobernador de la Mitra en que reprueba lo estampado en la gaceta de mayo y es que se llame quinta nieta de Juan Diego la Madre Antonia Escalona y Rojas monja de Corpus Christi, quien sostiene que Juan Diego murió virgen; original documento interesante a la Historia de la Aparición, en relación a un testimonio de haberse casado Juan Macias con Catarina Masin; merced de una paja de agua a Alonso Ortiz Arévalo con las condiciones ordinarias; tres inventarios de documentos interesantes al suceso de la Aparición; autos sobre la segunda averiguación de la Milagrosa Aparición de Nuestra Señora la Santísima Virgen María de Guadalupe; Testamento de Juana Martín.

Caja 378 exp. 23  f. 4
2.-Relato de cómo Boturini presentó en abril de 1749 el primer volumen de la Historia General de la América Septentrional bajo el título de «Cristología de los principales nacidos en este país»

Caja 380 exp. 8  f. 10
3.-Una poesía en lengua mexicana a imitación de la que en castellana se dice Romance. Otro (poema) intitulado:»Espejo de conversión, la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y son 16 décimas en Castellano. Copia en Mexicano del testamento de Gregoria María. Una exortación (duplicada) en lengua mexicana a los indios principales para que den razón de cuantos mapas, y manuscritos sean relativos a la aparición, con el intento de escribir su historia. (Probablemente formada por Boturini).

Caja 380  exp. 11  f. 1
4.-Carta dirigida a Don Lorenzo Boturini en relación a las apariciones de Cholula, basado en las informaciones de 1666 del ilustre historiador Becerra Tanco.

Caja 381, libro 2,  f. 75
5.-Despacho del Ilustrísimo Cabildo de la Basílica de San Pedro, de Roma, en orden de coronar a la Santísima Virgen de Guadalupe, a pedimento del Caballero Lorenzo de Boturini. Copia de la traducción del Brebe Apostólico Romano Latino de Benedicto XIV , para la confirmación del Patronato de la Nueva España, de Nuestra Señora Santa María Virgen de Guadalupe. Relación y Estado del culto, lustre, progresos, y utilidad de la Real Congregación, sita en Madrid, erigida al portentoso simulacro de María Santísima Aparecida en México, y conocida con el título de Guadalupe.  Oración a Nuestra Señora de Guadalupe por el Ilustrísimo señor Don Francisco Antonio de Lorenzana, Arzobispo de México. El Dr. Don Alonso Núñez de Haro y Peralta por la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de México, pide se propagar el culto y mayor devoción a su Prodigiosa Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe..Plan iconográfico de la Capilla que se fabrica en honor de María Santísima de Guadalupe, para que sirva de Propiciatorio a las prodigiosas aguas del Posito delineado por el maestro Don Francisco Guerrero y Torres. Tiernos clamores de los corazones mexicanos a su purísima Madre María Santísima de Guadalupe (sonetos, pensamientos, reflexiones etc.) Firme adhesión y protesta a Nuestra Señora de Guadalupe y su Aparición maravillosa, y en acción de gracias por sus continuos beneficios y el habernos librado este año de la inundación.

Caja 383, libro 1,  f. 197
5.1.- Diez cuadernos de apuntes de Boturini, de los que están separados dos de los más selectos con sus breves en las primeras fojas.

Caja 383, exp. 3,  f. 4
6.- Correspondencia entre Joseph de Lizardi y Lorenzo Boturini en relación a las dificultades para la coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe.

Caja 383, exp. 6,  f. 5
7.- Copia que sacó Boturini de un manuscrito de Sigüenza, en que se prueba que la Universidad no se fundó en casa perteneciente al hospital de Jesús Nazareno que el Colegio de San Pablo se fundó el año de 1575, y la universidad en el de 1553, que la imagen guadalupana se formó en las casas arzobispales y no en las del hospital del Amor de Dios y en las de los Condes de Santiago dice que Juan Diego se llamó Cuauhtlatoatzin.

Caja 383,  exp. 8,  f. 50
8.- Cuaderno selecto de Boturini en donde habla de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y su historia,  de las señales prodigiosas presagiadas con la venida de los españoles y ligerísimamente de la conquista; después apuntes y relación de capítulos.

* Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe

Introd. a la Guía de Docs. Novohispanos del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe

El día viernes 28 de julio a las 10:15 horas, en la Iglesia de Capuchinas, en el marco del Congreso con motivo del año jubilar guadalupano, fue presentada la guía de todos los documentos que hay en el Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe de la época novohispana.

Dicho Archivo comienza su vida poco tiempo después de 1531. El documento más antiguo que aquí se resguarda está fechado en 1537, y aunque no hace referencia al culto guadalupano, es interesante porque está firmado por Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México y testigo privilegiado del acontecimiento guadalupano; sería interesante indagar el porqué está aquí[1].

Los dos documentos más antiguos del s. XVI que hacen referencia directa a Guadalupe son: El testimonio auténtico de una escritura de censo en favor de la Ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, de cien pesos de renta sobre las casas principales de Martín de Aranguren, Mayordomo que fue del Venerable Zumárraga[2]; del año 1562, y los Anales de Juan Bautista en lengua mexicana, donde se narran los sucesos de este Santuario desde 1563 hasta 1574, ya publicado y estudiado[3].

El total de registros que contienen documentos del s. XVI que se encuentran en este archivo histórico es de 40, de los cuales 27 hacen referencia directa a la Ermita de Guadalupe, la mayoría de una obra pía de huérfanas fundada allí[4]. Sin embargo, también podemos encontrar algunas copias de documentos del s. XVI realizadas en el s. XVIII y principios del XIX.

Del s. XVII esta guía contiene 107 registros, de los cuales 100 son sólo de dicho siglo o que comienzan en él, y 7 se encuentran en expedientes que incluyen documentos del siglo anterior.

Ya de los siglos XVIII y principios del XIX, la documentación es abundantísima; los registros de expedientes que se refieren al s. XVIII o comienzan en él son 7135, y los que están incluidos en expedientes que comienzan en siglos anteriores son 27.

Esta guía se cierra con la consumación de la independencia de México. Los registros fechados entre 1801 y el 27 de septiembre de 1821 son 3769. Los de estos años, pero que están incluidos en expedientes que inician en siglos anteriores son 107.

La guía, publicada en disco compacto, está dividida en 5 secciones: Santuario de Guadalupe, Secretaría Capitular, Clavería, Parroquia y Catedral de México. Las 5 secciones están ordenadas de acuerdo a su cronología; los registros de expedientes que inician en el mismo año están ordenados alfabéticamente por la serie a la que pertenecen.

Hay documentos que no tienen fecha escrita y hemos optado por ponerles el circa [ca.] y luego el año al que se aproximan. Esto lo hemos calculado verificando la fecha de otros documentos sí datados en que aparecen los nombres de los mismos personajes. En los casos en que esto no es posible lo hemos hecho por otros factores (tipo de papel y de escritura, términos usados). Sabemos que en ciertos casos algunos investigadores, al estudiar esos documentos, podrán precisar con mayor exactitud la fecha.

El total de registros es de 11046 divididos de la siguiente manera: Santuario de Guadalupe 2118 (19.17%); Secretaría Capitular 5056 (45.77%); Clavería 3515 (31.82%); Parroquia 339 (3.06%); Catedral de México 18 (0.16 %). Hemos optado por utilizar la ortografía moderna.

SECCIONES: (Da click en cada apartado para ver más)

Santuario de Guadalupe

La sección Santuario de Guadalupe incluye los documentos generados hasta antes del 22 de octubre de 1750, fecha en que el Cabildo toma posesión, después de que el año anterior, en Madrid, el Arzobispo Rubio y Salinas hizo la erección de la Colegiata. Durante ese periodo el personaje clave era el mayordomo y administrador de las rentas y propios del Santuario, quien realizaba un sinnúmero de actividades: administrar las casas y propiedades del Santuario, conseguir limosnas y donaciones para sus obras materiales, representar al Santuario en las obras pías de las que era patrón, conseguir los víveres para el sustento de los que servían a la Iglesia, proveer lo necesario para el culto (cera, ornamentos cálices, vino, etcétera), organizar las fiestas o eventos principales, tratar con el Arzobispo o el Virrey los asuntos que lo requerían. El primer mayordomo de quien hay documentación en este Archivo es Domingo de Orona (1581).

Uno de estos mayordomos fue Isidro de Sariñana y Cuenca, quien llegó a ser posteriormente Obispo de Antequera Oaxaca (1685-1696)[1], uno de los dos eclesiásticos que durante la época virreinal sirvieron algún tiempo al Santuario de Guadalupe y llegaron al episcopado[2].

El mayordomo que mayor trascendencia tuvo fue sin lugar a dudas José de Lizardi y Valle, quien llegará a ser el primer Canónigo nombrado para la Colegiata de Guadalupe [1747]. Lizardi fue mayordomo de 1706 hasta 1758. De este hombre hay una cantidad impresionante de documentación. Era originario de Querétaro e intervino en varios acontecimientos de su ciudad. Él llevó muchos asuntos en orden a la erección de la Colegiata y a las celebraciones del patronato de la Virgen de Guadalupe sobre la ciudad de México y la Nueva España. También, junto con el Oidor Domingo de Trespalacios y Escandón, se encargó de conseguir los fondos para la construcción del acueducto que introduciría el agua al pueblo de Guadalupe [elevado por Cédula Real a Villa el 24 de junio de 1751], y cuya documentación, que abarca de 1742 a 1752, se encuentra en este Archivo.[3]

En esta sección también podemos encontrar los documentos de Lorenzo Boturini, italiano que realizó importantes estudios en torno a la imagen de María de Guadalupe, y que ya ha sido objeto de estudios por investigadores mexicanos y extranjeros. Dicha documentación es de las décadas 30 y 40 del siglo XVII.

Para profundizar en el estudio de cómo iba incidiendo en la vida de los fieles el amor a la Virgen de Guadalupe, es fundamental el estudio de los testamentos, algunos del s. XVI, y que están ubicados en la serie testamentarías.

Aunque la creación de la Parroquia fue en 1702, sin embargo el Santuario de Guadalupe, que era una Vicaría de la Parroquia de Santa Catarina Mártir de México, tenía sus libros sacramentales. El Archivo tiene libros de bautismos desde 1596 y libros de matrimonios desde 1624. Los libros sacramentales a partir de 1698 se encuentran en la sección Parroquia.

En la época novohispana eran muy importantes las asociaciones religiosas de fieles en orden a alguna actividad, o para fomentar la devoción a la Virgen o a un santo, también englobaban a algún sector de la sociedad. Por eso ayuda mucho para comprender el culto guadalupano el estudio de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe (documentación a partir de 1674), de las mayordomías de los pueblos de indios que rodeaban a Guadalupe (documentación a partir de 1671), de la Cofradía del Santo Entierro de Cristo, fundada en el Santuario, (a partir de 1739), y de una Cofradía de Indios, cuyo dato más antiguo se remonta a 1678, y de la cual desgraciadamente hay poca información en este archivo.

Para la vida del Santuario eran muy importantes las fundaciones de capellanías[4], con cuyas rentas se sostenía una parte del Clero. Las más importantes que tuvo el Santuario de Guadalupe fueron las fundadas por Catarina Collado Calderón en 1656 y que duró hasta muy entrado el siglo XIX, y las cuatro capellanías de confesionario que mandó fundar por cláusula testamentaria José Torres y Vergara en 1727.

Expresión de amor a la Virgen es lo referente a la jura como Patrona de un determinado lugar. Hay una serie llamada Patronato en la que aparece alguna documentación sobre lo que rodeó la declaración de María de Guadalupe como patrona de Nueva España en 1747, pero anterior a ella hay dos expedientes referentes al pueblo de Zimapán, que hizo lo mismo en 1737[5]. El expediente del Patronato de la Virgen para la Ciudad de México también en este último año se encuentra en el Archivo General de la Nación[6].

El tema de los sermones ya ha sido objeto de estudios y publicaciones[7], y aunque no hay muchos en este Archivo, son de fundamental importancia, pues expresan la Teología en torno a la Virgen de Guadalupe en esta época.

De esta sección quisiera finalmente resaltar el documento sobre la colocación de la primera piedra[8] de la Iglesia que fue Colegiata[9], Basílica y actualmente Templo expiatorio, así como el Programa impreso sobre la dedicación del nuevo y magnífico templo de Nuestra Señora de Guadalupe, 1709, recientemente restaurado, y cuya fotografía ilustra la portada de esta publicación.

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Notas

[1] El jesuita Francisco de Florencia nos dice de él: “Fabricó la hospedería para comodidad de las personas que van a él [el santuario] a novenas; casa en que puede hospedarse con decencia un Señor Virrey y un Señor Arzobispo. Labró sacristía capaz y hermosa, con cajones de cedro y nogal muy curiosos para guarda de ornamentos; hizo vivienda para el sacristán del Santuario; y otras alhajas, y cosas importantes que están patentes” Francisco de FLORENCIA, La Estrella del Norte de México, México 1688, núm. 347, p.187. En el AGN se encuentra de él: Cuentas que dio el Illmo. Sr. Dr. D. Isidro Sariñana y Cuenca, Obispo electo de Antequera de Oaxaca, de la administración que fue a su cargo del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. AGN, Bienes Nacionales, año 1683, volumen 718, exp. 4. 
[2] El otro eclesiástico que llegó a Obispo fue José Fermín Fuero Gómez, Canónigo Doctoral de la Colegiata de 1776 a 1789, luego pasó al Coro de Oaxaca y de 1795 a 1800 fue Obispo de Chiapas.

[3] Estos documentos se encuentran en esta sección, así como en las de Clavería y Secretaría Capitular, en la serie Acueducto.
[4] Capellanía es la fundación hecha por alguna persona y erigida en beneficio por el ordinario eclesiástico, con la obligación de cierto número de misas u otras cargas.
[5] AHBG caja 81, exp. 68 y caja 83, exp.45
[6] Sobre la proclamación de la Virgen de Guadalupe como patrona de México. AGN, Bienes Nacionales, año 1737, volumen 519, exp. 5.
[7] Cf. Nueve Sermones Guadalupanos (1661-1758). Selección y estudio introductorio David A. Brading. Centro de Estudios de Historia de México Condumex, Chimalistac Ciudad de México, 2005. También la tesis de Francis Raymond SCHULTE, O.S.B. A Mexican Sprituality of Divine Election for a Misión: Its Sources in Publisher Guadalupan Sermons, 1661-1821, Pontificia Universitas Gregoriana, Istituto di Spiritualità, Roma 1994 (esta tesis próximamente será publicada en español).
[8] AHBG caja 389, exp. 36.
[9] Colegiata se le llama a una Iglesia que tiene un Cabildo integrado por el Abad, Canónigos y Racioneros o Prebendados, y que no es Catedral. En Guadalupe había tres Canonjías a las que se accedía por concurso: Doctoral, que era el encargado de los asuntos jurídicos del Cabildo; Magistral que era el encargado de la cura de almas; Penitenciario, que absolvía los pecados reservados. Algunos expedientes de dichos concursos se encuentran en el Archivo Histórico del Arzobispado de México. La Colegiata de Guadalupe fue la primera en América y de ahí su título de Insigne. Basílica es una Iglesia no Catedral que está asociada a alguna de las Basílicas más importantes de Roma. La Colegiata de Guadalupe se comenzó a llamar Basílica a partir de mayo de 1904.

 

Secretaría Capitular

La segunda sección es la Secretaría Capitular, trata sobre todos los asuntos de gobierno que llevaba el Cabildo de Guadalupe a partir del 22 de octubre de 1750, fecha en que dicho Cabildo tomó posesión, o también la que estaba dirigida al Cabildo, aunque versara sobre asuntos económicos. En esta sección, la persona encargada del cuidado de los expedientes y de archivarlos era el Secretario de Cabildo, quien además redactó una buena parte de ellos. Entre las varias series en que está subdividida quiero destacar algunas.

Obviamente tienen una importancia fundamental las actas de Cabildo, en ellas está contenida la historia del mismo; su organización; las comisiones que tenían sus miembros; la toma de posesión de los Abades, Canónigos y Racioneros; los eventos más importantes que hubo en Guadalupe; la construcción de nuevos templos; los intentos que se dieron en los primeros 40 años de la historia del Cabildo para que les aprobaran sus estatutos, cosa que no se logró; la relación de los Capitulares con el Arzobispo, el Cabildo de Catedral, la Nobilísima Ciudad, la Universidad y los distintos Tribunales; la organización de las fiestas de la Virgen; los problemas del Cabildo tanto al interno como al externo; las donaciones que se hicieron a la Virgen y la fundación de capellanías y obras pías; los problemas económicos del clero y la manera como se intentaban resolver; las reparaciones a la Iglesia Colegiata; las obras materiales y artísticas que se ejecutaron. Podemos decir que toda la sección de Secretaría Capitular está resumida en dichas actas. El único libro de actas capitulares que falta es el que comprende del 13 de junio de 1770 al 22 de junio de 1774. Dicho libro fue pedido por el Arzobispado poco tiempo después de su redacción y nunca fue devuelto, por tanto el contenido de sus actas lo podemos encontrar en los borradores de Cabildo de dichos años.

En esta sección tenemos también la serie Reales Cédulas, que nos señalan las distintas determinaciones de la Corona en torno a la Colegiata, así como las provisiones del Cabildo que siempre estaban reservadas al Rey en virtud del Patronato regio [14]. Los escritos del Cabildo o de algún Capitular al monarca español se encuentran en la serie titulada correspondencia con el Rey.

Las cartas y oficios del Virrey y el Arzobispo al Cabildo y viceversa, son muy valiosas para conocer las determinaciones más importantes relativas a dicho cuerpo colegiado, al culto Guadalupano, a la vida del clero que servía al Santuario y a su subsistencia, y nos permite adentrarnos incluso en los hechos de la Iglesia novohispana o de los acontecimientos políticos que más influyeron en la vida eclesiástica. Ellos se encuentran en las cuatro series tituladas correspondencia con Virreyes, correspondencia con Arzobispos, Oficios del Virrey y Oficios del Arzobispo.

El Cabildo de Guadalupe tenía un apoderado o agente en la Corte de Madrid, que se encargaba de la tramitación de los asuntos de dicha corporación y tenía la obligación de informar los resultados de éstos, así como los hechos más importantes que ocurrían en España y en Europa que podían tener alguna incidencia en la Nueva España. Los documentos de la serie titulada apoderado en Madrid son interesantes para estudiar cuáles eventos europeos afectaron más la vida del clero novohispano, así como los distintos trámites administrativos que llegaron a buen o mal término en la Corte española.

En 1755 el Cabildo de Guadalupe propone al Rey que para ayudar al sostenimiento económico del culto guadalupano y del Santuario, puesto que éste no percibía diezmos como las Catedrales, ordene que los testamentos de sus vasallos en los territorios dependientes del Virreinato de la Nueva España, por legado pío y manda forzosa, apliquen un gravamen determinado por el testador, de acuerdo con su devoción, a María Santísima de Guadalupe [15]. En respuesta a esta petición el Rey Fernando VI, en Real Cédula dada en el Buen Retiro el 7 de diciembre de 1756, resolvió favorablemente a lo que solicitaba el Cabildo [16]. Los asuntos relacionados al cobro de esta manda forzosa, que se realizó en Nueva España, Guatemala y Nicaragua, y la correspondencia de los Arzobispos y colectores en torno a ella se encuentran en la serie con el mismo nombre. Hacia 1807 el Cabildo deja de percibir rentas por este concepto [17]; en 1816 el Cabildo vuelve a pedir su reactivación [18], a lo que accede el Virrey Juan Ruiz de Apodaca al año siguiente [19], sin embargo a partir de esto ya no hay más documentación al respecto.

En esta sección Secretaría Capitular tenemos un buen número de edictos convocando a concursos a Canonjías y Raciones provenientes de todas las Catedrales de la Nueva España. Igualmente hay copias de los que la Colegiata envió a las Catedrales en torno a la provisión de sus Prebendas.

Las series Abades, Canónigos, Racioneros, Ministros, Músicos y Médicos refieren los asuntos que afectaban directamente al personal que trabajaba en el Santuario, y la serie Cabildo, la que afectaba a este cuerpo.

La serie Capuchinas cuenta con pocos documentos, pero son significativos pues manifiestan la instalación de esas religiosas y la atención que les brindó el Cabildo de Guadalupe a partir del 15 de octubre de 1787, fecha en que dichas religiosas se establecieron en su templo recién construido, cuya primera piedra se colocó el 14 de octubre de 1782.

La serie Villa de Guadalupe trata de la correspondencia entre las autoridades de dicha Villa y el Cabildo, importantes de mencionar son las cartas y oficios del periodo inmediatamente anterior a la consumación de la independencia, porque indican la postura del Cabildo ante la lucha armada que condujo a ella.

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Notas

[14] La colación y canónica institución la confería el Arzobispo de México, y cuando éste no podía o estaba la sede vacante, lo hacía un Canónigo de la Catedral Metropolitana. La toma de posesión se hacía en un Cabildo en la Sala Capitular de Guadalupe.
[15] AHBG caja 337, exp. 54.
[16] AHBG caja 373, exp. 29.
[17] AHBG caja 343, exp. 24.
[18] AHBG caja 371, exp. 20.
[19] AHBG caja 371, exp. 24

 

Clavería

La tercera sección se titula Clavería, pues los Claveros eran los miembros del Cabildo encargados de la administración del Santuario. Los primeros Claveros fueron elegidos el 8 de enero de 1754 [1], y aunque al principio el Arzobispo se resistió a su existencia, terminó aceptándolos. Siempre fueron dos. Aunque antes de la fecha mencionada no había Claveros, hemos decidido también incluir en esta sección los asuntos económicos que van del 22 de octubre de 1750 [toma de posesión del Cabildo] al 7 de enero de 1754, para no crear una nueva sección.

Aquí se pueden estudiar las cuentas y otros asuntos referentes a todos los medios por los que el Santuario se sostenía: haciendas y ranchos, casas, embarcadero de Santa Bárbara, limosnas, misas, medallas, etcétera. También los Claveros controlaban las cuentas de las diversas dependencias de la Colegiata: Sacristía, Colegio de Infantes, Colecturía de misas y limosnas, Contaduría, Mayordomía de Guadalupe, y recibían las aportaciones de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe.

En esta sección, la serie repartimientos nos muestra lo que ganaban trimestralmente los Capitulares y los Ministros. Y la serie cuadrantes nos indica la asistencia de todos los que tenían obligación a Coro, la cual anotaba el apuntador y dependiendo de ella era la paga.

Además los mayordomos de los pueblos de indios también hacían sus cuentas, mismas que iban a parar a Clavería.

A partir de 1794, por orden del Virrey Conde de Revillagigedo, se establecen los grandes sorteos y rifas de lotería con el objeto de reparar la Iglesia Colegiata, por los daños que había sufrido por la construcción del Templo de Capuchinas[2]. A partir de este momento la lotería fue uno de los medios más importantes que tenía el Santuario para sostenerse. Los sorteos estaban organizados por la Real Renta de Lotería, quien tenía colectores por toda la Nueva España, Cuba y Guatemala, los cuales enviaban a dicha Renta las cuentas y las relaciones de billetes. A su vez, el Director de la Real Renta de Lotería enviaba la cuenta general de cada año al Cabildo de Guadalupe. En 1800 se concedieron cuatro sorteos menores para dotar la orquesta de la Colegiata[3]y en 1803 otros dos para la subsistencia de la Capilla de Música y sus voces.[4]Por último en 1804 se aprueban otros dos sorteos grandes y dos chicos para mejorar los sueldos de los Canónigos[5]. La documentación que tenemos de la serie de Lotería es muy abundante, y se encuentra en la sección de Clavería, pero también en la de Secretaría Capitular cuando eran escritos o cuentas dirigidos al Cabildo.

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Notas

[1] AHBG Libro segundo de Cabildos de esta Insigne y Real Colegiata, comenzó en 8 de enero de 1754, acabó en 31 de agosto de 1756, caja 301, exp. 2, fs. 3r.-6r.
[2] AHBG caja 97, exp. 34.
[3] AHBG caja 102, exp. 27.
[4] AHBG caja 371, exp. 4.
[5] AHBG caja 244, exp. 49.

 

Parroquia

La cuarta sección se llama Parroquia, ésta fue erigida el 4 de noviembre de 1702 por el Arzobispo Juan de Ortega y Montañés[1]. Sin embargo la hemos iniciado desde 1698, fecha en que comienzan los libros sacramentales que se continuaban escribiendo en la fecha de la erección de la Parroquia. Salta a la vista la importancia que tenían dichos libros para conocer la feligresía que vivía en los pueblos que rodeaban al Santuario. Igualmente esto se puede hacer a través de los padrones, tan ricos de información, y de las diligencias matrimoniales.

El párroco siempre era miembro del Cabildo de Guadalupe. Él solicitaba licencias al Arzobispo para los sacerdotes que trabajaban atendiendo a la Parroquia, interesantes son las que se pidieron durante una epidemia en 1813 para que dichos sacerdotes pudieran habilitar y revalidar matrimonios y perdonar pecados reservados. La correspondencia del Párroco nos muestra algunos aspectos de la vida espiritual del pueblo, de los problemas matrimoniales y de la vida cotidiana.


[1] Notas

Autos fechos a pedimento del Bachiller Francisco Fuentes Carrión, Vicario del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, para que sea erigido como beneficio de Curato colativo dicha Vicaría. Archivo Histórico del Arzobispado de México, documentos novohispanos, caja 23, exp. 32, fs. 56-61. La reproducción digital de este documento se encuentra en AHBG, caja 445, exp. 67.

 

 

Catedral de México

Por último la quinta sección, titulada Catedral de México, consta de 18 documentos que por alguna razón se solicitaron a ella y no se devolvieron. Van de 1681 a 1819.

Quiero terminar haciendo una mención especial de un eclesiástico que en los inicios del México independiente colaboró como nadie en este archivo.

Se trata de Manuel Espinosa de los Monteros. Él nace en la ciudad de México el 9 de junio de 1773. Cursó filosofía y teología en el Colegio de Santiago Tlatelolco de México. Ordenado sacerdote en 1800. Fue Vicario en San Juan Nextipac; luego fue vicario segundo y archivista de la Villa de Coyoacán.

En abril de 1806 fue presentado para el curato de Tlanchinol[1], posteriormente sirvió los de Chiautla, Ixtapaluca, Acolman e Ixtacalco.

El 10 de abril de 1832 toma posesión de una prebenda de idioma mexicano en la Colegiata de Guadalupe, es nombrado Canónigo de la misma el 11 de diciembre de 1835 y muere el 9 de octubre de 1838.

Poco después de su ingreso al Cabildo se le encarga la comisión del archivo, en donde realizó una notable labor de descripción y análisis de los documentos a su cargo, conectando muchísimos de ellos con otros anteriores que nos ayudan a comprenderlos. Un ejemplo de ello es el Inventario razonado de los documentos interesantes a la Historia de la Aparición[2], en que trata de aclarar con precisión histórica el origen de los documentos relacionados al acontecimiento guadalupano; el seguimiento que hace de los documentos de Boturini ilustra su empeño. Por tanto, Espinosa de los Monteros trasciende la línea del simple orden documental por el de la reflexión y concatenación de documentos, esto será comprobado por los investigadores que se interesen por consultarlo. Para todos los que trabajamos en este proyecto nos dio una gran luz y facilitó enormemente nuestra tarea, y creemos que puede ser estudiado como modelo de archivista eclesiástico.

Gustavo Watson Marrón
Director del Archivo Histórico de la Basílica


Notas

[1] Ubicado en la Sierra Madre Oriental, en el actual Estado de Hidalgo, a unos 50 kilómetros de Huejutla.
[2] AHBG caja 380, exp. 1.

 

 

Fotogalería

[1] AHBG caja 382, exp.1

[2] AHBG caja 300, exp. 1

[3] AHBG caja 378, exp. 1. La reproducción digital se encuentra en la caja 378, exp. 2. Cf. Luis REYES GARCÍA¿Cómo te confundes? ¿Acaso no somos conquistados? Anales de Juan Bautista. Biblioteca Lorenzo Boturini Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe y CIESAS, México 2001.

[4] Si en la base de datos publicada nos da un total de 41 registros, es por la reproducción digital de los Anales de Juan Bautista.

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